Micros de Felipe Grisolía

Mi vida en Hanga Roa

Me gusta trepar con Mika por el rostro impasible de cualquier moái. Normalmente lo hacemos al atardecer cuando los guardianes del parque se relajan y se marchan los turistas. Nos llevamos una manta y yo la ayudo a subir sujetándola por la cintura para que no resbale. Mika me deja hacer. Aunque sus piernas son fuertes y están acostumbradas a corretear por el campo, sabe que la piedra volcánica se vuelve resbaladiza con el aire salitroso y es fácil perder el equilibrio.

Generalmente nos sentamos en la frente del monumento con los pies apoyados en las cuencas vacías de los ojos y la espalda apoyada contra la frente. Me imagino que, desde lejos, parecerá que le ha crecido el pelo.

Cuando llega la oscuridad nos cubrimos con la manta para darnos calor y tratamos de descubrir nuevas estrellas. Las noches pascuenses son frías, pero transparentes. Yo suelo contarle historias. A Mika le encantan mis historias porque dice que soy muy expresivo y que parecen reales. Supongo que al moái también le gustan. Como en Rapa Nui nunca pasa nada se debe aburrir como una ostra viendo pasar los siglos sin ninguna novedad. 

Las historias que más le gustan a Mika son las que hablan de países exóticos, de lugares donde la gente inunda las calles entre bandas de música y luces de colores. Lugares donde ríos de fuego se elevan en la oscuridad abrasando a su paso las formas de cientos de demonios de cartón entre vítores y aplausos; sitios imaginarios cuyo cielo se cubre de fuegos artificiales mientras los niños atruenan el aire con sus risas. Cuando le pinto estas imágenes Mika se aprieta contra mí y se le iluminan los ojos. Entonces me besa y me pide que le cuente más… 

En esos momentos, soy inmensamente feliz, me olvido del silbido del viento y del ronroneo profundo del volcán que duerme amenazador bajo mis pies. Siento que me gusta vivir en Hanga Roa. No me importa que mi imaginación delirante tenga que inventarse sitios como los que le describo a Mika. 

Me conformo con soñar que, en algún lugar del mundo, tal vez, sean una hermosa realidad...

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Fidelidad

Selena discrepa de sus amigas; ser infiel no es algo para tomar a la ligera. Ellas se burlan; una aventura, dicen, eleva la propia estima y ayuda a sobrellevar la rutina. Selena no se deja convencer. Ella prefiere pensar en los demás; el matrimonio es sagrado. No sabría disfrutar con otro hombre aún cuando Mauro esté muy lejos de ser el amante perfecto. 

Seguramente, piensa, la culpa ha sido de los dos. 

Durante años tuvo que conformarse con terminar en el baño lo que él dejaba a medias. Así aprendió, como tantas mujeres, que para sentirse realizada no basta con el amor. Hoy lo tiene asimilado. Así que, cada noche, mientras Mauro duerme, Selena se encierra en el baño y se satisface sola. Desnuda ante el espejo, imagina que es una diosa, una sirena, una vedette francesa, una muñeca lasciva que pasa de mano en mano... Y cuando alcanza el placer, mientras ceden los espasmos, se envuelve en su bata y se arroja un beso. Luego apaga la luz y cierra la ventana. 

No necesita engañar a Mauro para sentirse feliz y generosa; sabe que hay un muchacho pobre en la ventana de enfrente que vive de su espectáculo…

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Absurda realidad

El Departamento de Asuntos de Desarme fue establecido en EEUU en enero de 1998. Funcionó como parte del programa de reforma del Secretario General según informe A/51/950. Trabajó como tal departamento hasta 1992. Desde 1992 hasta finales de 1997, se transformó en un Centro dentro del Departamento de Asuntos Políticos y se convirtió en el Departamento Principal de Asuntos de Desarme. En el año 2007 se convirtió en la actual Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA). La Oficina promueve los objetivos de desarme y no proliferación armamentística. Fomenta, además, las iniciativas de desarme en el ámbito de las armas convencionales y las armas pequeñas. La Oficina presta apoyo sustantivo a la labor de formulación de normas sobre desarme a través de la Asamblea General. Su Primera Comisión es la Comisión de Desarme. La Conferencia de Desarme promueve medidas a través del diálogo, la transparencia y el fomento de la confianza. Entre sus iniciativas regionales incluyen el Registro y control de las Armas Convencionales…

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27/08/2014: El disparo mortal de una niña a su instructor de tiro es considerado un “accidente laboral”. La niña tenía 9 años. Sus padres filmaban el entrenamiento. En EEUU, cada 20 minutos, un niño o un adolescente es ingresado por herida de arma de fuego…

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