Ensayos

Elaborados por los Charqueros con motivo del primer aniversario de Charca Literaria (agosto 2014-agosto 2015)



Imagen: Lau Valdez 



APARECIÓ EN EL MOMENTO ADECUADO
Juana Mora Alés

Ocurre a veces que lo que buscas no lo encuentras y lo que encuentras es lo que necesitas y no lo habías buscado. Es algo parecido a lo que me ha pasado con esta Charca de letras y batracios reventones de talento y sensibilidad.
Mi afición por la escritura si no nació conmigo fue muy temprana, aprendí fácilmente a ordenar puzles de letras en palabras, imitando a los adultos -como maestras y una vecina argentina- a los que me extasiaba escuchando. En el colegio descubrí cómo hacer redacciones con las que gané mi primer reconocimiento. Veinticinco pesetas me dieron de premio aquella Navidad, las cuales fueron íntegras a la cartera de mi madre.
Hubo un tiempo desierto en el que estuve algo muerta... pero esta pasión solo dormía, hace unos años con mi ingreso en el mundo de la informática -a trompicones, pues soy más de lápiz y papel- mi afición renació y en uno de esos caminos que aparecen en el laberinto de la vida conocí a una escritora la que además de encantarme con su escrito en un concurso virtual, se llamaba de apellido igual que mi padre.
La vida seguía por esas encrucijadas que a veces nos demoran y nos hacen sentarnos a repasar hacia donde vamos; y aquí estoy por la invitación de Almudena Villalba. Nadando en esta charca encantada, algo compleja para mí por el momento por la gran diversidad de aguas, nadadores sapitos y saltarinas ranas que hacen de este verano un verano más creativo de lo cotidiano. Mis ilusiones literarias han crecido con ustedes queridos charqueros, muchas gracias.


EN LA LUNA
Almudena Villalba Organero

He subido a la luna, la primera luna, para pensar en silencio, para reflexionar sobre estos doce meses de La Charca. Este mágico lugar, no solo me ha permitido conocer gente creativa, con talento, sino ganar amigos y experiencias. La Charca me ha curado de la tristeza, la apatía y el desánimo. Es mi tabla flotante. Me ha permitido cumplir sueños y creer en realidades. He llorado por emoción y también por rabia, por lo injusta que es la muerte y p...or lo complicados que somos los humanos. He aprendido de los charqueros y sus estilos, de sus clases y me ha sorprendido tanta generosidad. Soy más feliz por vosotros y nunca podré agradecerlo lo suficiente. Gracias sapos y ranitas por endulzar mi vida.


FELICITACIÓN RANA
Juan Cristóbal Espinosa Hudtler

Doce ciclos lunares han pasado y su reflejo siempre he buscado en La Charca. He podido compartir las imágenes de amor y melancolía; de alegría y erotismo; de terror e ironía. Las amistades en el pequeño embalse me han transformado y enseñado la importancia de las sapiletras.
Empecé, desovado; envuelto en una larva, incompleto renacuajo esperando su transformación. Vi crecer a las hermosas mariposas de crisálidas nacidas, vi los cambios de las ...lunas de crecientes a menguantes, bailé con las hogueras de cuernos de plata punzantes y los platones espejo reflejados en el río. El templo de la luna, de una cómoda, reflejada en las vitrinas de mi mente me ha servido de inspiración. Pasé noches oscuras con la pluma como vela, alimentándome con hojas de tinta aderezadas. Imaginé héroes, monstruos, viajes y aventuras. Un día mi deseo fue volar y lo único que pude fue dar algunos cuantos saltos.

“No te desanimes. Grandes brincos has de dar”, decían las hadas navegando y en meandros aparcando. “Las cigarras te guiarán por el camino, las luciérnagas se te unirán y hasta una Camparanita, en forma de libélula, te ayudará. “No pierdas la esperanza déjate llevar por las estelas del sueño de la Ranativa actual”.
No quise perder más tiempo, cogí mis cachivaches y a la poza fui a habitar. Con el paso de los días comenzaron a llegar, primero, algunas notitas, luego, cartas de verdad. Se acumularon las postales, los libritos de verdad y hasta una colección de poemas de Anuro Fuente y las canciones de Sapita Rana.
Hoy con una tarta de cumpleaños vengo a agradecer que se me haya reservado aquí un pequeño solar. Tengo una cantina Ranabar enfrente, donde aprendo de la batracia vida de las ranas. Croamos de lo nuestro con porciones de agua dulce, un poco de musgo y platitos de alas mosca listas para picar. Mi mayor deseo y, es lo que vengo a recitar, es que vivan por siempre las ranas y no dejen de croar.

GÉNESIS
Netty del Valle
Los rayos de la primera luna, con su luz, comenzaron a invadir paulatinamente, una charca de agua que agonizaba en medio del silencio y de las sombras. Ella, esperaba sobre el remanso de sus aguas, cantos de palabras que andaban dispersas y desmoronadas porque no había dónde encauzarlas.
Llegó la segunda luna con sus hilos de plata, y depositó sobre el vientre de la charca, un gran nenúfar para que flotaran los pensamientos. Entonces, se conjuraron los espantos y nacieron metáforas, prosas y poemas.
En la tercera luna el verbo se hizo palabra, y se revelaron las voces y se multiplicaron los frutos y se acabó el tiempo de sequía…
El advenimiento de la cuarta luna, hilvanó las cercanías y vino la risa de la confraternidad y se desataron los vínculos de la amistad.
El día de la quinta luna, las aguas se retiraron y se unieron los continentes.
En la sexta luna se encendieron las luces del universo literario y se cristalizaron proyectos.
Cuando aparece la séptima luna con sus temblorosos rayos de luz azul, la charca resplandece inundada de palabras…
En la octava, fluyen los discursos y se dibuja en el horizonte un manto de oraciones.
Se asoma la novena luna, y ranas y sapos, le cantan ebrios de alegría.
La diez y la once, bajo la inmensidad del cielo, danzan como serpientes galácticas.
La última luna, se quita el vestido de plata, se suelta el cabello, y se sienta a esperar que otro tiempo se revele…

LA UNIÓN DE DOS CONTINENTES
Liliana Ebner

Ya han pasado DOCE LUNAS, desde que aquella enorme y llena emergió con su poderosa y magnética luz para iluminar las aguas quietas de una hermosa Charca....

Se fueron sucediendo y como siempre ocurre, cada luna trajo días tormentosos y soleados, pero sus intrépidos habitantes lograron siempre llegar a ambas orillas de los dos continentes y entre todos, contenerse, cobijarse y sentirse a salvo.
Nuevos integrantes llegaron junto a las lunas que nos fueron alumbrando, dando a esta Charca más luminosidad, nuevas ideas y pensamientos.
Las palabras fluyen de cada uno de nosotros, algunas serenas, otras con dramatismo, unas traviesas, otras con suspenso. Pero todas y cada una forman el invaluable caudal de conocimientos, de aventuras, de necesidad de transmitir, de comunicar que todos tenemos.
Aprendemos de nuestros errores, disfrutamos con nuestros deslices verborrágicos y nos complace esta increíble amistad nacida a través de una máquina, a través de las palabras que son las que unen nuestras vidas y nos han permitido transitar , no sin tropiezos, estas doce lunas que hoy estamos celebrando.
Pero no hay camino recto, ni senda sin pedruscos, lo importante es poder sortearlos todos, con dedicación, con tolerancia, con disenso adulto y sobre todo con respeto. Entonces ese camino, esa senda, siempre nos permitirá llegar a la meta Y así de este modo volveremos a ver pasar sobre nuestro cielo otras doce lunas nuevas.
FELICES PRIMERAS DOCE LUNAS QUERIDA CHARCA!!!


LAS PALABRAS
Núria Burguillos


Bajo el embrujo de la luna pueden ocurrir cosas extraordinarias como, por ejemplo, un estallido de palabras escritas por seres humanos, desde distintos continentes y bañados por la misma luz.
Las palabras han sido el elemento esencial de comunicación entre los habitantes de Charca Literaria. A través de ellas nos conocimos y gracias a ellas hemos hilvanado DOCE LUNAS de experiencias, sentimientos, emociones y sensaciones que nos han hecho vivir, crecer y morir.
Porque las palabras que escribimos nunca son neutrales, como el resto de las acciones de la vida tampoco lo son, con las palabras nos desnudamos ante los demás. A veces intentamos disfrazar nuestros cuerpos pero, al final, la piel siempre prevalece. También existen abismos dermatológicos infinitos donde nuestras palabras nunca recalarán.
De acuerdo a lo que escribamos, nos pueden odiar o amar. Es inevitable, pues disfrazarse para que a uno lo quieran no deja de ser una estafa. Pero cuando la ausencia de un cuerpo brilla tanto como una luna, la fuerza arrolladora del Verbo, del Nombre y del Adjetivo puede desencadenar una guerra visceral.
En la batalla de las palabras, la sangre nunca llegaría al río si la palabra RESPETO prevaleciera en el núcleo de la explosión.

O ENCANTO
Raquel Mejuto Canaval

El claro de luna, que se abría paso a través de las ramas de los árboles, y las chispas que ascendían de la hoguera iluminaban el camino que iba paralelo al riachuelo que nacía en la fuente de la Moura. El sonido del agua y los quejidos da las hojas al ser pisadas componían una melodía en sintonía con los latidos de los corazones.
En un claro del bosque el agua formaba una charca en donde la luna reflejaba su blancura, allí la Moura detuvo sus pasos y sacó el man...to de la cabeza y lo extendió. Siete colores cubrieron el espejo de la luna. Las estrellas y las luciérnagas rutilaban en el entorno del claro creando una cúpula que protegía la intimidad de las tres mujeres.
Se sentaron y cantaron acompasando su voz a la música que salía de los instrumentos de la noche de San Juan.
Almas que nos protegéis
de la oscuridad
dadnos, si podéis,
felicidad.
Sombras que danzáis
al son del viento
dadnos, si podéis,
conocimiento.
Luna desnuda cúbrete con este manto
y con sus colores transfórmanos en Encanto.
El aire ascendió en espiral danzando a través de los cabellos negros, castaños y rubios persiguiendo las notas que se perdían entre las ramas.
La luna tomó los colores del Arco Iris y unió a las tres en un Encanto.
Los ojos chispearon de delicia hasta que el sueño empezó a entornarlos, cansados siguieron el camino paralelo al riachuelo y decidieron andarlo.
Teniendo como guía el agua llegarían al río del molino y desde allí, con los cabellos sueltos, a todas partes.



XAN
Raquel Mejuto Canaval

La madre de Xan, bruja sabia, quería parir una criatura que viviera eternamente. Con esa intención convocó a todas las deidades de la noche en un claro del bosque después de tomar un bebedizo hecho con el agua de la fuente de la Moura, hierbas del pantano y otros condimentos que no es oportuno contar.
La criatura nació iluminada por la luz de la luna viendo como de su difunta madre salía el alma que lo acunó y protegió de los lobos antes de marchar para siempre.
Xan creci...ó al amor de la lumbre, desde su cuna miraba las chispas que subían por la chimenea alejándose pero alguna quedaba haciéndole compañía en el hogar. Podía distinguir las unas de las otras por los silbidos y cantos que entonaban.
Las almas de los robles que lo vieron nacer animaron la suya que creció tanto que su cuerpo no le daba cobijo.
Xan, contrahecho y con el cuerpo más pequeño que el de sus hermanos, tenía el alma expuesta.

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